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Mis autores favoritos 4: Ryu Murakami

Mis autores favoritos:

Ryu Murakami, por supuesto (no confundir con Haruki, no, no, no).

«Okinawa sacó la aguja riendo. En el instante en que la aguja salió mi piel se estremeció, el caballo ya me había llegado a las puntas de los pies y golpeado mi corazón con un choque sordo. Delante de mis ojos parecía crecer una especie de blanca neblina y apenas podía distinguir la cara de Okinawa. Me puse la mano en el pecho y me levanté. Quería aspirar profundamente, pero no podía, mi ritmo respiratorio estaba alterado. Mi cabeza estaba embotada como si me hubiese golpeado, y tenía la boca tan seca que parecía a punto de arder. Reiko me cogió del hombro derecho para sostenerme. Mientras intentaba tragar la poca saliva que aún quedaba en mis resecas encías, me sacudió una náusea que parecía subir desde los pies, agitando todo mi cuerpo. Me caí atontado sobre la cama.

Reiko me zarandeó, inquieto:

–Eh, ¿no crees que has puesto demasiado? Él no es un tío que se chute mucho, eh mira, está muy blanco. ¿Tú crees que está bien?

–No le he puesto tanto, no se va a morir ¿vale? Trae este cacharro, seguro que vomita».

Extracto de «Azul casi transparente». Una novela muy recomendable, solo por el título merece la pena.

http://www.jordipujola.com

 

puro vodtonik texas

 

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Aeropuerto de Reykjavik (English below)

Aeropuerto de Reykjavik y mi obsesión por las grúas

Aeropuerto de Reykjavik, un enclave romántico

Veo de forma premonitoria una de esas grúas, gigantes y amarillas, por la ventana; tienen luces en todos los extremos, como para evitar que por la noche choquen los helicópteros o algo así. Las avionetas surcan el cielo, dejando una cortina blanca. Cuando voy en bicicleta y me pasa una sobre la cabeza, levantó las manos del manillar y la saludo. Me siento como Tom Cruise en Top Gun. Varios políticos han propuesto trasladar el aeropuerto de Reykjavik a las afueras, supongo que para construir esos bloques tan feos y cargarse todo el romanticismo del que estoy hablando.

Aeropuerto de Reykjavik
Aeropuerto de Reykjavik: una visión romántica según Jordi Pujolà

En cambio, mi obsesión por las grúas crece

En cambio, veo grúas por todas partes, algunas no me dejan ver el mar y esto no me gusta. Yo siempre quiero ver el reflejo del sol sobre el agua. Puedo vivir en cualquier sitio con la condición de dar una vuelta con la bici y ver el mar, la bahía, algo de agua, da igual.
La grúa se está moviendo, gira sobre sí misma y, a la vez, pasa un avión; parece muy pequeño y parece también que la grúa lo esté moviendo con su cable, como si fuese el avión del Tibidabo. Toda mi atención se va en ese avión, que desaparece de la ventana y de mi vista, y la profesora de gramática islandesa me mira de reojo y mi libreta está llena de garabatos y yo pienso que, a veces, en plena clase, estoy cruzando el desierto. Y no se ve nada a los lados, por ninguna parte que mires, aunque siempre es mejor que esos edificios negros tan altos. Cuando alzo la cabeza hacia ellos en plena noche y veo a alguien, trabajando todavía, con la luz encendida, me entra un poco de depresión, lo reconozco, y luego me acuerdo de los cuadros de Edward Hopper.

 

English version (Stúdentablaðið) click the link below

http://www.studentabladid.com/efni/2015/11/18/my-obsession-with-cranes-has-begun

http://www.jordipujola.com

 

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¡ Ostras !

¡ Ostras !

El domingo fuimos a comer a una marisquería bastante cara.. Ambos llevábamos gafas de sol y camisas Ralph Lauren, porque por aquella época, mi amigo Franco importaba ropa de México.. Siempre andaba metido en algún trapicheo.. Yo no sabía si eran verdaderas o falsas; la cuestión es que daban el pego..

Nos sentaron a una mesa junto a una ventana por la que se veía el Paseo Marítimo.. Hacía un día estupendo y veíamos a la gente, que caminaba hacia la playa, cargada con neveras portátiles, cochecitos de bebé y colchonetas.. Aquello me daba calor.. “Mira, ese tiene una especie de cocos en los hombros”, dijo Franco, pero eran pelos y nos reímos.. “Solo muere si le disparas una bala de plata; condenado hombre-lobo”.. También había otro tipo con un radio-cassette o “loro” al hombro y “un abuelo majareta» con sandalias “de cangrejo” y gafas “Telefunken Pal Power” y un “heavy” que nos desafió con la mirada y Franco estuvo a punto de salir del restaurante y estirarle las greñas..

Nos habíamos despertado tarde.. La noche anterior habíamos disparado bastante y tenía el típico sabor a cobre de la resaca, envolviéndome la lengua.. Nada que no pudiera resolver una botella de champagne.. “Un clavo saca a otro clavo”.. No estaba sudando.. El aire acondicionado bombeaba en su justa medida..

Pedimos varias bandejas de ostras y otra botella. Un camarero vestido impolutamente de blanco la abrió y la dejó en la cubitera.. Las chicas de la mesa de al lado nos miraban y se reían.. Yo llevaba el pelo muy corto y teñido de rubio platino..

Cuando íbamos por la tercera o cuarta bandeja, de repente, un hombre calvo con corbata soltó unas cuantas arcadas; me recordó al sonido de un asno al que están apaleando y al de una cloaca embozada también, las dos cosas a la vez.. Lo tenía justo en la mesa de delante, pero Franco tuvo que girarse y lo encontró muy gracioso; aunque en realidad le era un poco igual.. Después lo olvidó por completo y me explicó que su novia le había regalado una botella de mezcal con un gusano dentro.. El caso es que el calvo empezó a vomitar sobre los manteles blancos y parecía que aquello nunca se fuese a acabar y todo el mundo, incluidos los camareros, lo miraron horrorizados.. Franco y yo continuamos observando a la gente que pasaba por la calle.. El condenado tenía fijación por los hombres a los que les crecía el pelo por todas partes menos en la cabeza.. Una vez me explicó la historia de un perro que, cuando nació, en realidad era un bebé y lo llamaron Lican, de licántropo, supongo.. Franco explicaba historias así de “piradas”..

Acto seguido, el tipo que estaba sentado a la mesa del calvo también vomitó y la escena se convirtió en una especie de apuesta por quien saltaba primero por la borda.. Pronto nos llegó el típico olor nauseabundo de los jugos gástricos y alguien dijo que las ostras estaban intoxicadas y yo saqué mi teléfono y grité que iba a llamar al departamento de sanidad o algo así..

Los dos tipos se convulsionaban con los trajes manchados y la cara desfigurada y nadie hizo nada hasta que el dueño del restaurante, a cierta distancia, los conminó a que pasaran al baño.. El suelo estaba lleno de bilis y el calvo había tirado las copas de un manotazo.. “Te avisé que esto estaba lleno de licántropos”, dijo Franco.. Le contesté que se lo estaba tomando muy a pecho.. Luego me levanté y le invité a que hiciésemos un “sinpa”.. Entonces se olvidó de “los hombres lobo” y sonrió con picardía.. Nos acabamos las copas al estilo Tarantino y aprovechamos para “largarnos” sin pagar.. Hasta llegar a la puerta nadie dijo nada y al salir a la calle, echamos a reír y Franco se llevó por delante a una vieja y el marido nos amenazó con un bastón y estuvo a punto de alcanzarme porque no podía correr de la risa..

Al final acabamos en la playa, a la sombra de un chiringuito.. Pedimos unos cafés y unos whiskys.. Yo saqué unos puros que eran de una edición especial de Ramón Allones.. Me quité las gafas por un momento y estornudé.. Franco me miró con recelo y me preguntó: “¿Cómo te han caído las ostras? Creo que tengo cagalera”..

Por favor, si te ha gustado, comparte esta historia..
Gracias a tod@s.-

www.jordipujola.com

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Bicicleta en Islandia

Bicicleta en Islandia: La comparación de la vida y la bicicleta

Bicicleta en Islandia como la vida misma

La contradicción del ser humano: siempre nos quejamos de que el tiempo pasa rápido; sin embargo, no nos gusta poner a prueba nuestra paciencia. Si nos dicen que tenemos que esperar unas semanas o unos meses, nos desesperamos. ¿Qué ha quedado del viejo placer de la contención y de la espera?
Exigimos resultados inmediatos y con el mínimo esfuerzo. Pero la vida marca su propio ritmo; todo conlleva un proceso y requiere de un trabajo. La semilla se convierte en árbol, el estómago tarda unos minutos en enviarle la señal al cerebro de que estamos saciados, existen cuatro estaciones y para llegar al verano hay que pasar el invierno, las enfermedades – al igual que las curaciones – se gestan poco a poco. También el amor, la amistad y la felicidad hay que ganárselas, luchar cada día por ellas. Así que debemos copiar a la vida y no al revés, al igual que los aviones a los pájaros o los barcos a los peces. Nada es inmediato ni sin motivo, aunque no lo notemos.

Bicicleta en Islandia. Jordi Pujolà
Bicicleta en Islandia. Jordi Pujolà

La realidad podría ser cualquier cosa, incluso vacío

Pero ciertamente hay tantas cosas de las que no nos damos cuenta, como el giro de la Tierra bajo nuestros pies, que a veces cierro los ojos y pienso que nada de lo que hay ahí fuera existe. Es un decorado que alguien ha puesto. Esas nubes tan blancas en el cielo, la nieve que cae como algodones o el movimiento mecánico de las olas. No percibimos la realidad, solo lo que nuestros sentidos nos transmiten. Por ejemplo, los colores también son fruto de un efecto óptico. Solo hay negro –ausencia de luz – y blanco –luz–. Eso me hace sospechar que la vida es una prueba.

La comparación de la vida con ir en bicicleta en Islandia

La vida es como ir en bicicleta en Islandia: antes de empezar tienes que planear la ruta, mirar el cielo para decidir la ropa que vas a llevar y pedalear. El camino fácil es meterse en el coche, conectar el aire acondicionado o la calefacción, poner la radio y apretar el gas. No obstante, no te enteras de los olores, de si el viento va a favor o en contra o de si hay subida o bajada. En ese aspecto, ir en bicicleta en Islandia es como un entrenamiento para lo que nos espera.

La oportunidad de fundirse con la naturaleza

Por otro lado, particularmente en Islandia, cuando atravieso el valle de Fossvogur (Reykjavík) con mi bicicleta, tengo el privilegio de oír el trino de los pájaros en las copas de los árboles y verlos dando saltitos de alegría sobre la hierba húmeda y recién cortada, dándose un festín de gusanos y semillas. Me contagian su alegría. Paso con cuidado y permiten que la bicicleta ruede junto a ellos, no la consideran un enemigo. Este verano los gansos salvajes han estado criando. Por las mañanas las familias caminan en fila, sin romperla ni tan siquiera para meterse en el lago; los pequeños son unos «peludines» que todavía no han desarrollado el plumaje. Por las noches se cobijan bajo las alas de su madre y el padre, ante la menor amenaza, se vuelve inusitadamente agresivo.
Que los pájaros no se asusten de la bicicleta es una invitación a fundirse con la naturaleza.

Bicicleta en Islandia
Bicicleta en Islandia. Libertad y conexión con la naturaleza.

Si vas en coche no te enteras de nada

En Islandia, tal como el tiempo, los colores cambian constantemente, sobre todo reflejados en el mar. No es lo mismo antes de la tormenta, azul oscuro, que cuando sale el sol y se vuelve verdoso; o cuando llueve o está nevando. El viento a veces es tan fuerte que en plena bajada te tira la bicicleta hacia atrás. En esos momentos, con el granizo golpeándote en la cara, las puntas de los dedos heladas y todavía con varios kilómetros por delante, me pregunto: «Qué diablos hago aquí». En condiciones extremas el mismo trayecto requiere invertir el triple de tiempo, cada pedalada es una cincelada en la roca. Pero te da tiempo de pensar, recapacitar, y relativizar. Sé que al final llegaré a mi destino. Además de ser un buen ejercicio para la mente y el espíritu, lo es para el cuerpo.

Lo más importante es sentirse libre

Otro motivo es la libertad. Nada como salir en bicicleta cuando sale el sol después de una buena nevada y observar a los lustrosos cuervos negros planeando sobre Reykjavík. Islandia es el país donde el sol siempre es una caricia y aunque salga mucho menos, se disfruta más. Como los manjares, comerlos cada día arruinaría su placer. Los seres humanos actuamos así. Necesitamos restricciones y somos miserables.

Necesitamos un cambio, la novela de Jordi Pujolà, escritor de Barcelona exiliado en Reykjavík.

Por favor, si te ha gustado, comparte este texto.

Artículos sobre Islandia de Jordi Pujolà

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Consejos viaje Barcelona 20 tips

Consejos viaje Barcelona. Recomendaciones de Jordi Pujolà, escritor español en Islandia. (English below)
20 indispensable tips to visit Barcelona

Consejos viaje Barcelona

Mis 20 consejos viaje Barcelona: Soy un escritor catalán y español que vive en Islandia desde julio 2013 y no padezco la depresión de los días cortos ni me disuade el mal tiempo de salir con mi bicicleta. Cuando mis compañeros de clase me ven llegar a Háskóla Íslands (Universidad de Islandia) vestido como un astronauta me preguntan asombrados: «¿Con este temporal has venido en bicicleta?». Y yo respondo: «Rok and Roll». «Rok» significa en islandés viento huracanado.

I am a catalan writer who lives in Iceland from july 2013 and I don´t suffer from the depression of the short days neither I am afraid of biking despite the bad weather. Sometimes my classmates in Háskóla Íslands (University of Iceland) when seeing me getting at class with my helmet and soak clothes, they ask me:” Did you come by bicycle in the middle of this storm?”. And I answer: “Rok and Roll”. “Rok” in Icelandic means: very strong win.

Barcelona

Sin embargo, de vez en cuando también echo de menos mi ciudad natal, Barcelona. Es una perla en el Mediterráneo que combina buen clima, playa, museos, arquitectura, excelentes restaurantes y todo tipo de tiendas. Todavía no entiendo porque, pasada la crisis, no se vuelven a restaurar los vuelos directos ReykjavikBarcelona todo el año. Las compañías islandesas viajan en verano pero ninguna en invierno. Seguro que habría demanda, porque como dice la canción: «Barcelona tiene poder».

However, now and then I missed my original city, Barcelona. It´s a pearl in the Mediterranean Sea that combines good weather, beaches, museums, architecture, excellent restaurants and all kind of shops. I can´t understand yet why all the flight companies go from Reykjavik to Barcelona in summer and no one in winter. I am sure that it would be market for that because as a popular song says: “Barcelona tiene poder” (Barcelona has a power).

20 consejos viaje Barcelona

1. Una de las cosas que más echo de menos es pasear y perderme por el centro de la ciudad. Puedes ir a las tiendas internacionales pero también encontrar algunas pequeñas y artesanales

One of the things I miss the most is wandering round the old town. You can find the best international shops but also the little and traditional ones.

Los mejores barrios para alojarte, visitar y caminar son: Gracia (entre Fontana y Diagonal), Barceloneta (sobre una torre del funicular hay un restaurante llamado Torre de Alta Mar con muy buenas vistas), Barrio Gótico (desde Plaza Catalunya hasta Pza. Real), Born (es el barrio más trendy) y el Raval (desde Plaza Catalunya hasta C/Carmen). El Gótico y Raval son conocidos por los robos a turistas, por eso es recomendable no salirse de las áreas indicadas entre paréntesis. Pasea también por la glamurosa Rambla Cataluña (Las Ramblas de Plaza Cataluña hacia arriba se llaman así) y Paseo de Gracia; Enric Granados también es muy interesante, especialmente por los restaurantes de todo tipo. Baja las Ramblas hasta el mar, pero no te compres un sombrero mexicano. Recuerda que puedes subir a la torre de Colón y y disfrutar de las vistas.

The best neighborhoods to stay, visit and walk are: Gracia (between Fontana and Diagonal), Barceloneta (there is a restaurant called Torre de Alta Mar on the top of a cable car with very good views), Barrio Gótico (from Plaza Catalunya till Pza. Real), Born (the most trendy) and el Raval (from Plaza Catalunya till C/Carmen). There are quite thieves in Gótico and Raval so it´s advisable not going to deserted alleys. Stroll as well for the glamorous Rambla Cataluña (continuation of Las Ramblas over Plaza Cataluña) and Paseo de Gracia; Enric Granados is also a very interesting street, especially for the restaurants . Go down Ramblas until the sea, please don´t buy a mexican hat and remember that going up the Christopher Columbus´s tower is always worth it (except there is a long queue).

Visitas obligadas

La Sagrada Familia y Parc Güell de Gaudi (reserva las entradas por internet para evitar largas colas), el Museo Picasso, el Palau Nacional y Museo Nacional de Cultura de Catalunya . Si quieres ver un partido del Barça compra las entradas en la página web oficial.

2. Compulsory visits
The Sagrada Familia and Parc Güell by Antoni Gaudi (book in advance on the website to avoid long queues), the Picasso museum, the Palau Nacional and Museo Nacional de Cultura de Catalunya . If you want to watch a Barça´s match, buy the tickets on the official website.

Gastronomía

No te pierdas el jamón. Opta siempre por el «ibérico de bellota», preferentemente cortado a cuchillo y acompáñalo de pan con tomate, puedes frotarlo con un poco de ajo si esa noche no vas a salir a bailar.

Gastronomy
Don´t miss the spanish ham. The best quality is the “ibérico de bellota”(there is ham from 10€/kg. to 200€/Kg.), preferably cut with knife and eat it with “pan con tomate” (bread and tomato), just include garlic if you are not going to go out that night.

Cuidado con las paellas, como el jamón, hay de muchos tipos . Evita los restaurantes con llamativas fotos en el exterior. Una variedad excelente es el arroz caldoso con bogavante. Recomiendo el restaurante “Monchos Marina” de la torre del Port Olimpic, aunque también hay buenos en el barrio de la Barceloneta, acompáñalo de vino blanco, mi sugerencia es “Verdejo” o cualquier “Penedés”; evita las sangrías y evita resacas. Si estás satisfecho, es recomendable dejar propina (5% aproximadamente).

Be careful with “paellas”. Avoid restaurants with flashy pictures of the dishes. Try the “arroz caldoso con bogavante”. I recommend the “Monchos Marina” Restaurant in the tower of Port Olimpic, although there are also remarkable places in Barceloneta; the perfect drink with paella is white wine, “Verdejo” or “Penedés” suit quite well with it. Don´t abuse of “sangrias” to prevent hangovers. If you are pleased, give a tip of the 5% approximately.

5 Las famosas tapas . Hoy en día a cualquier cosa la llaman tapas. Te recomiendo el Ciudad Condal y la Cervecería Catalana o el Pacomeralgo, aunque hay muchos más.

5. The famous tapas. Nowadays whatever is named tapas and it´s a shame. I recommend going to Ciudad Condal and la Cervecería Catalana or Pacomeralgo.

Haz una pausa. Café y deliciosas ensaimadas en Forn Mistral junto Pza. Universidad.

6. Push pause. Coffee and delicious “ensaimadas” in Forn Mistral nearby Pza. Universidad

Reserva restaurantes on line con buenos descuentos. En la página web “El Tenedor”. Restaurantes recomendados (algunos no están en la web): Boca Grande, El Japonés del Tragaluz, Ikibana Paral.lel y El Nacional; y también los clubs nocturnos se pueden reservar en “Youbarcelona”. Sugiero tomar un cocktail en la planta 26 del Hotel W (Eclipse).

Book your restaurants on line with juicy discounts. In the website “El Tenedor”. But this option is not available in all the restaurants. Here some of my favourite: Boca Grande, El Japonés del Tragaluz, Ikibana Paral.lel and El Nacional; and for bars & clubs there is another website: “Youbarcelona”. I recommend having a cocktail on the 26th floor of Hotel W (Eclipse).

Si te gusta el marisco. Pide ostras gallegas, bocas y gamba fresca de Vilanova o Palamós. Si te gusta el pescado, pide el rodaballo (preferentemente al horno) o la lubina (salvaje).

If you like seafood. Galician oysters, “bocas” and gamba fresca (fresh prawns) from Vilanova or Palamós are the best. About fish: rodaballo (preferably cooked in the oven) or lubina (bass) (preferebly the wild one).

9. La mejor pieza de carne. Se llama solomillo de ternera o buey.

The best part of the beaf is “Solomillo de ternera o buey”.

BEBIDAS

10. Bebe siempre cava y NO champagne. La relación precio calidad es mucho mejor. “Brut” o “brut nature” y evita los “semi”. Puedes acompañarlo con cualquier comida si hace calor.

DRINKS
Drink cava instead of champagne. Best quality- price. Always “Brut” or “brut nature”, never “semi” or sweet.

11. Bebe vino tinto de la denominación “Ribera del Duero”. El Rioja está bien por su relación precio calidad, pero el “Ribera del Duero” es el que más gusta a los españoles. Según las edades del vino se clasifican por joven (o cosechero), crianza (24 meses), reserva (36 meses) y grandes reservas. Con un crianza será suficiente. Si quieres probar un vino extraordinario (pero caro) pide un “Pago de Carraovejas” crianza, preferiblemente del año 2010.

Drink red wine from “Ribera del Duero” denomination. Rioja is ok, but gourmands in Spain usually drink “Ribera del Duero”. Wines are classified according to age: Young, crianza (24 months), reserva (36 months) and gran reserva. My favourite one is “Pago de Carraovejas”, crianza is enough.

No pidas cognac, te sugiero excelentes brandis. Mucho más económicos como Cardenal Mendoza o Duque de Alba.

If you are keen on cognacs. Try the brandi, for example Cardenal Mendoza (my favourite) o Duque de Alba.

TIENDAS

13. El mejor centro comercial, para mi gusto, se llama L´Illa Diagonal, recomiendo el restaurante japonés Sakura Ya y L´Andreu (pedid pan de coca con tomate y jamón ibérico). El centro comercial “Maremagnum” es el único que abre los domingos y festivos.

SHOPS
13. The best shopping mall in my opinion is L´Illa Diagonal. I recommend the restaurants Sakura Ya (japanish, of course) and L´Andreu (ask for “pan de coca con tomate y jamón ibérico”). The only mall that opens on Sundays or days off is “Maremagnum”.

TRANSPORTE

Sé precavido. No des facilidades a los carteristas, especialmente en bus y metro. No te obsesiones, pero si alguien te detiene para preguntarte algo o hacer alguna broma, échate la mano a tu bolso o la cartera.

TRANSPORT
Watch out witH your wallet or luggage in the bus or metro. Don´t listen to strange people making jokes or asking you ridiculous questions in these places.

Utiliza preferentemente taxi. Son mucho más baratos que en Islandia. Si vas al aeropuerto o a un destino alejado, te recomiendo que preguntes el precio aproximado antes de iniciar la carrera.

Get taxi. They are not so expensive as in Iceland. Ask for the price for long distances for example to go to the airport.

OTROS CONSEJOS viaje Barcelona

16. Lleva dinero efectivo encima. El pago con tarjeta de crédito no está tan arraigado como en Islandia.
OTHER TIPS (consejos viaje Barcelona)
Don´t forget cash. Strange but some shops don´t accept credit cards and when using them you always will be asked to show your ID or passport.

A tener en cuenta. Si vas en diciembre, enero o febrero, llévate un buen abrigo; y si vas en verano, que el alojamiento tenga aire acondicionado.

To take into account. Take a good jacket in December, January and February, and book a room with air conditioning if you go in summer.

No compres objetos a los africanos que venden por la calle a no ser que seas consciente de que son burdas falsificaciones de muy baja calidad, además podrías ser multado por la policía.

Don´t buy objects on the street, especially the sold ones by african guys. All are fake and you can be fined by the police.

Si quieres salir de la ciudad. Alquila un coche y vete a la playa de Castelldefels a tan solo 18 Km. (no te pierdas los chiringuitos en verano) o a Sitges a 40 Km. turismo más selecto y gayfriendly.

Going out of the city. Rent a car and go to the beach of Castelldefels (only 18 Km. from BCN) and don´t miss the “chiringuitos” in summer (little kiosks with music and mojitos) or Sitges (40 Km.) more glamorous and gayfriendly.

NIÑOS

Si tienes niños y no quieres salir de la ciudad: Parque de Atracciones de el Tibidabo. Visita también la iglesia.

CHILDREN
20. If you are with children and don´t want to go out of the city: Parque de Atracciones de el Tibidabo. Visit the church as well.

Do you want to compare prices of rental cars in Iceland? Comparación de precios de coches de alquiler en Barcelona. http://www.easyterra.es/ Click here. Pulsa aquí. (Consejos viaje Barcelona e Islandia)

Visita el blog de Islandia y el cambio pulsando aquí. More about Jordi & Iceland clicking here.

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INDEX 20 consejos viaje Barcelona

Centro Comercial Maremagnum http://www.maremagnum.es/en
Restaurante Monchos Marina:http://www.monchos.com/en/marina-bay-by-monchos/
Playa de Castelldefels https://www.google.es/maps/@41.264905,1.973934,14z?hl=es
Sitges http://www.sitgestur.cat/?l=en
You Barcelona http://www.youbarcelona.com/en,
El Tenedor http://www.eltenedor.es
Sagrada Familia (http://www.sagradafamilia.cat/sf-eng/docs_serveis/infoTarifesInd.php?lang=0)
Parc Güell (http://www.parkguell.cat/en/buy-tickets/individual-purchase/?gclid=Cj0KEQiA2o6lBRCn_b7yppe98rQBEiQAMpnYnQ8oBaXJ6_J6TKpwLcIDOJk8BtaLraO94B2UAUvkGqoaAjKD8P8HAQ)
Parque de Atracciones Tibidabo (http://www.tibidabo.cat/en/)
F.C.Barcelona http://www.entradasbarcelona.com/en/.
Centro Comercial L´Ílla Diagonal http://www.lilla.com/en/.
Forn Mistral http://www.fornmistral.com/images/cafeteria.jpg

Consejos viaje Barcelona. Recomendaciones de Jordi Pujolà.
Consejos viaje Barcelona. 20 tips and recommendations to go to Barcelona

20 consejos viaje Barcelona, un artículo de Jordi Pujolà, escritor español y catalán en Islandia.

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Sonar Reykjavik 2015 (English, Spanish & Icelandic)

Sonar Reykjavík versus Barcelona, 2015

(Este artículo se publicó en el diario de Háskola Íslands abril 2015, ver abajo links)

Sonar Reykjavik

Soy un escritor de Barcelona exiliado en Islandia.  Os presento la crítica que hice del evento  comparando ambas ciudades. El artículo fue publicado por la Universidad de Islandia. En los enlaces está la versión en inglés e islandés.

La crónica de Sonar Reykjavik

Sónar 2015
Crónica Viernes 13 febrero

Recuerdo que cuando vivía en Barcelona siempre iba al Sonar por la buena música. Venían Björk, Air y los Massive Attack; pero también, como escritor, para cazar nuevas tendencias. Aquellos días la gente se vestía de la forma más radical y estrafalaria posible.

La vida da giros inesperados y al igual que nunca me hubiese imaginado circulando con mi bicicleta por las oscuras mañanas de Reykjavík, rumbo a la universidad, tampoco hubiese soñado que el mismo escenario se trasladaría a aquí.

Sonar Reykjavik también es un escaparate. Enseguida advertí que la moda ya no era llevar los jeans rasgados a la altura de las rodillas, sino de dos colores: negros y blancos. Y que el maquillaje dejaba de tener sentido si no se le añadían unas piedrecitas brillantes.

El viernes estaba tan emocionado que llegué demasiado pronto a los conciertos. Había poca gente y todavía nadie se atrevía a tirar latas al suelo. Sin embargo, pronto me di cuenta de que Harpa era el escenario perfecto para ubicar un festival de música electrónica. Por su diseño futurista y céntrica ubicación me recordaba al edificio del MACBA, en cuyas inmediaciones se celebraron las primeras ediciones de SONAR Barcelona. No obstante, Harpa tiene algo especial; es como entrar en una pirámide repleta de puertas, escaleras y pasillos en la que puedes perderte hasta para ir al baño, sobre todo si llevas unas cervezas de más.

Al volver a la sala el público ya estaba bailando. Me froté los ojos de lo cerca que estaba del escenario. Gosh, casi podía tocar al cantante, algo inconcebible en Barcelona; pero lo que más me sorprendió fue descubrir que el alcalde de Reykjavik estaba tomándose una cerveza al lado mío, sin nadie que lo molestara. Estuve a punto de pedirle una selfie, pero todavía me faltaban unas cuantas cervezas. Era el concierto de Mugison. Recuerdo que cuando lo vi con su barba y camisa de leñador, cantando y apañándoselas solo con un sintetizador, me dije que ese era el espíritu de Islandia, solo le faltaba el lopapeysa. Ya no me moví de allí hasta que estuve seguro de que Mugison no iba a regresar al estrado. Impresionante.

Después en el concierto de Fufanu, que me recordaron a los Depeche Mode, me encontré con Einar Örn Benediktsson, de los Sugarcubes. Yo estaba alucinando y alguien me dijo que era el padre del cantante, que se llama Kaktus. ¡Gorgeous!

También fui a ver a Sophie, de la generación de Steve Aoki, que resultó ser un chico. La música era de buena calidad; no obstante, en los quince minutos que estuve allí, rodeado de adolescentes saltarines, reconozco que fui incapaz de descifrar su registro.

Todas las bandas estuvieron geniales, sin embargo, los organizadores hicieron un flaco favor a los Prins Póló, colocándolos tan tarde, a las 23h. Creo que su audacia y sensibilidad no se pudo apreciar lo suficiente porque el público ya había despegado hacia la pista de baile, incluido yo.

Aunque yo realmente había venido para escuchar a Paul Kaulbrenner. A las 0,30h. empezó fuerte y nos pusimos a bailar como en la película, Berlin Calling. Era el momento más deseado de la noche; con todo, de repente bajó las revoluciones e incluso paró la música. No sé lo que sucedió, pero le costó mucho levantar el barco y ya no fue lo mismo. Tal vez se lo habríamos perdonado si se hubiese puesto la camiseta de Islandia; porque todos sabemos que siempre viste una camiseta de fútbol en los conciertos, pero lamentablemente era la de Alemania.

Antes de que acabase me fui a ver a Nina Kraviz en el sótano del Sonar Lab; su house era tan oscuro que apenas se distinguía la cabeza del tipo que tenía delante. Dj Thor también estaba allí, esperando su momento. Lo vi detrás de una botella de Reykja y me pregunté si se tomaría unos chupitos conmigo. Por aquellas horas las latas ya rodaban por el suelo y la cerveza estaba caliente, pero eso a los islandeses les es un poco lo mismo.

Todo se pega y a la salida eché de menos un puesto pylsas (hot dogs). Ya me había comido dos smörrebrod de pollo y las plumas me salían por las orejas.
Cogí un taxi, observé la fachada de Harpa totalmente iluminada y me sentí orgulloso de vivir en Reykjavik, «the coolest city in the world». Estaba tan contento que traté de hablarle al conductor en islandés, pero era de Bielorrusia y me sonrió con su dentadura de oro. Lo tomé como un buen presagio.

Ya en casa me quité mis botas de piel de serpiente y comprobé que las suelas estaban tachonadas de chicles. Me dije: «esto nunca cambia, sea en Sonar Reykjavik o Barcelona».

English review Sonar 2015

http://www.studentabladid.com/efni/sonareng

Islensku Sonar 2015

http://www.studentabladid.com/efni/sonar

Sonar Reykjavik y Jordi Pujolà
Sonar Reykjavik: Crítica del escritor de Barcelona Jordi Pujolà

English Version

Sonar Reykjavik 2015

Report on Friday 13th February.

From Barcelona to Reykjavik. Electronic music and coolhunters

Sónar festival is originally from Barcelona, the city where I was born. I used to go there to listen to good music; Björk, Air, and Massive Attack were on the chart. As a writer, I also went to see another show: the freaky audience who showed up just for the occasion. In those days, people exhibited their most eccentric and bizarre haircuts, clothes, and tattoos, to the extent that some seemed to be disguised. Of course, they were the focus of coolhunters who came from came from all over the world. But life twists round unexpectedly, and as I had never pictured myself biking in the dark mornings in Reykjavik, heading to the University, nor had I dreamt that the same festival would be placed in this city. Sonar Reykjavik is a catwalk as well. I immediately realized that the jeans ripped on the knees were not fashionable anymore. Today’s trends were discolored jeans from the knees to the bottom, and bright little stones in the girl’s makeup.

Harpa, the pyramid of Sonar Reykjavik

That Friday I was so excited that I got too early to the concerts, there were few people who did not dare to throw the cans on the floor yet. Nevertheless, I rapidly felt that Harpa was the most suitable place to host an electronic music festival; its futuristic design and central location reminded me of the MACBA, the building where the first festival were held in Barcelona., In addition, Harpa has something special. It is like going into a pyramid full of doors, stairs, and corridors, were you can easily get lost, even just trying to find the toilet, especially if you have had some beers.
The mayor of Reykjavik in Sonar? Do you want a selfie with him? All is possible in Iceland

Coming back to the concert hall, people already were dancing and I was so close to the stage that I thought to myself: Gosh, I’m almost touching the artist, something that would be absurd in Barcelona. Mugison was singing alone in front of a synthesizer, with his Moises beard and lumberjack shirt; the audience was looking at him as he were the most vivid spirit of Iceland, the only thing he lacked was a lopapeysa pullover.

However, I was astonished again when I saw the mayor of Reykjavik standing beside me. He was very relaxed, without any bodyguards, and drinking a beer. I almost asked him for a selfie, but I hadn´t had enough beers for that. Both of us stayed there until the last encore. Mugison made a great impression on me.
Sugarcubes or Kaktus?

At the concert of Fufano, which reminded me of Depeche Mode, I bumped into Einar Örn Benediktsson (Sugarcubes) and my brother in law informed me that he was the father of the singer jumping on the stage, named Kaktus. Gorgeous!

I also went to the concert of Sophie, from the Steve Aoki’s generation, and he turned out to be male. The feeling was good, however, I admit that I was not able to decode his music during the fifteen minutes I stayed there surrounded by loads of teenagers dancing crazily.

All the bands were awesome; even so, in my opinion the performance of Prins Póló was too late. Their lyrics were as sensitive and sarcastic as usual, but at 11 pm. The rhythm was not fast enough to incite people to dance. Sorry.

The double mistake of Paul Kaulbrenner

But the main reason I was attending Sonar Reykjavik was to see Paul Kaulbrenner. He started up like a rocket and people danced as in the movie Berlin Calling. It was the highlight of the night. However, suddenly the music stopped. I don’t know what happened. I just know that it took a long time for him to refloat the ship and he actually never got on track again. Maybe we would have forgiven him if he had worn the Icelandic shirt, because all the supporters know that he always wears the local national team T-shirts on live concerts. But this time he wore the German one. Big mistake my friend.

Before Paul was done, I went to check out Nina Kraviz’s music in the cellar of Sonar Lab. Her house was so dark that I could hardly see the head of the guy that was dancing in front of me. DJ Thor was on the stage as well, hidden behind a bottle of Reyka, and I wished to share some shoots with him. At this time, the cans rolled down on the floor and the beer got warm.

My kingdom for a pylsa

At this time, the cans rolled down on the floor and the beer got warm. Eventually, I ordered a taxi. But as I was leaving, Icelandic as I might be; I missed a pylsa station. I thought that was disappointing because I like pylsa and had become sick of the only option available at the bar, chicken smörrebrod.

Reykjavík, the coolest city in the world

Eventually, on the street, I observed the illuminated facade of Harpa and felt proud of living in Reykjavik, the coolest city in the world. I was so happy that I tried to talk in Icelandic to the taxi driver, but he was from Belorussia and started to laugh. I thought it was a good omen and I laughed too. Getting home I took off my snake boots and saw that the soles were full of chewing gum spots. Some things never changes, whether you go to Sonar Reykjavik or Barcelona.

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Cambio de vida: Entrevista al escritor Jordi Pujolà

Entrevista a Jordi Pujolà. Nos explica su radical cambio de vida.

Cambio de vida: El ejecutivo que cambió su BMW por una bicicleta

Entrevistadora. – Islandia. ¿Qué frío, no?
Jordi. – Bueno, lo mínimo a lo que nos ponemos en invierno ronda los -10 ºC., pero la ventaja es que a las 6 de la tarde ya todo el mundo está en su casa calentito; y a las 7, cenando. En Barcelona raramente cenaba con mi mujer y mis hijos. Además, cuando te vas a dormir ya no generas «Ama».
E. – ¿Ama? ¿Qué es eso?
J. – Es una sustancia tóxica que se genera en el organismo cuando no se hace adecuadamente la digestión.
E. – Tengo entendido que es usted yogui. ¿Influyó mucho eso en su cambio de vida? Me refiero a su decisión de dejarlo todo y partir hacia Islandia.
J. Probablemente fuese la combinación de muchos factores; pero siempre he tenido presentimientos agoreros, como el protagonista de mi libro, que me han hecho saltar del barco en el momento preciso. Por ejemplo: dejé de jugar al fútbol porque creía que me iba a lesionar, de ir en moto para evitar un accidente, etc. Pienso que la vida te da unos avisos que debes aprovechar antes de que ella empiece a realizar cambios por su cuenta; entonces son mucho más traumáticos. Por eso no hay que tratar de robar tiempo al tiempo. Llevamos un nivel de vida frenético y no pensamos en que las cosas más importantes son las que ya tenemos, como la salud, los amigos y la familia. La Tierra no para de girar, aunque no lo sintamos y la vida es un dado que se lanza a cada momento. Es irremediable que alguna tirada salga mal.

Cambio de vida. Entrevista a Jordi Pujolà antes de publicar su primera novela
Cambio de vida. Entrevista al escritor Jordi Pujolà: cambió el BMW por una bicicleta y se dedica a escribir novelas en Islandia.

E. -¿Cree en el destino?
J. -Por supuesto. El destino se puede cambiar. A veces sí, a veces no, pero se ha de intentar y aceptar. Tampoco es bueno nadar a contracorriente.
E. -¿Y el puesto de directivo en la inmobiliaria? A pesar de la crisis tengo entendido que usted era un yuppie.
J. -La verdad es que no me podía quejar y les estoy muy agradecido, pero aquella etapa quedó atrás y ahora vivo volcado en mi sueño de escritor.
E. – Su novela se titula: Necesitamos un cambio. El sueño de Islandia ¿Cómo fue su cambio de vida?
J. – Cambié de país, de idioma, de casa, de empleo –he trabajado de camarero y de mozo de almacén–, de cultura, de gente, de amigos, de clima, de medio de transporte –ahora me muevo en bicicleta a todas partes y ya me he acostumbrado a mojarme a diario –, volví a la universidad para aprender Islandés.
E. -Vaya, menudo cambio de vida. Debe de ser difícil aprender islandés a los 40 años.
J. -Sí, pero en la vida todo requiere un esfuerzo y el hombre debe continuar aprendiendo. Hay que luchar contra la pereza y el miedo. Hay que tomar decisiones sin darle oportunidad al cerebro de decir: “NO” o “MÁS TARDE”.
E. – ¿Para qué tanto sacrificio?
J. – Para ser libre. Si ganas tu sueldo, no tienes que pedir favores a nadie; y si te cuidas, no dependes de los medicamentos o los galenos.
E. – De director comercial a camarero. Debió de ser duro para usted.
J. – Se dice que bajar de escalafón es lo más duro, pero en mi caso, que fue por decisión propia, me hizo poner los pies en la tierra y recobrar la humildad. No conocer el idioma siempre te coloca en una posición de desventaja y, además, jamás había trabajado con las manos. Por un momento llegué a pensar que era el más inepto de todos y a perder la confianza en mí mismo. No obstante, tras la fase inicial, que siempre es la peor en cualquier cosa, me recuperé y conocí a gente maravillosa y tuve la oportunidad de ver la vida desde otro ángulo.
E. -Pero su nivel de vida habrá bajado.
J. Por supuesto, pero ahora gasto menos. En España ganaba mucho, pero a primero de mes el banco se lo llevaba casi todo. Siempre me aplico una frase de mi maestro de yoga, Ramón Casas, que dice: “ Qué no te falte de nada, pero que tampoco te sobre”.
E. – ¿Cómo se siente en Islandia? ¿Cómo le tratan los islandeses?
J. – Muy bien. Me siento como Sinuhé el Egipcio. Sin embargo, como en todas partes, no se puede pretender que te acepten a la primera. A la gente hay que ganársela poco a poco y con hechos. Primero hay que dar y luego recibir. Los que más se quejan, generalmente son los que menos dan. Hacer las cosas bien siempre tiene feedback.
E.- ¿Se ha inspirado en Islandia? ¿Ha acabado la novela?. ¿Qué ha hecho con ella?
J. – Sí, vivir aquí es un privilegio. Me ha inspirado mucho la naturaleza, los animales y el aire puro que se respira. He acabado la novela y todavía no he hecho nada al respecto, está en mi cajón. Sé que en cualquier momento vendrá alguien a buscarla.
E. -Por cierto, ¿de qué trata?
J. -De lo que estamos hablando.
E. – Interesante. Quiero leerla.

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Accidente En La Nieve. Islandia.

Accidente en la nieve, de Jordi Pujolà

El día que se produjo un accidente en la nieve y yo lo vi por la ventana (Islandia)

Parecía que iba a llover, hacía una tarde de cuervos. Entonces me acordé de cuando vivía en Islandia y aquella anciana, vecina mía, se cayó en la nieve; bueno, en realidad en una capa de hielo enorme que se formó en frente de la puerta del edificio.

Yo estaba, como siempre, tratando de simular que estudiaba gramática islandesa, porque me había tomado muy en serio lo de empezar una nueva vida en otro país y quería adaptarme lo mejor posible, pero en realidad, estaba mirando como una pareja de cuervos, grandes, negros y lustrosos, retozaban en la nieve; después de la que había caído por la noche, llegaba la calma que sigue a la tormenta. No hacía nada de viento y el sol, que aquel día había salido a las doce de la mañana, convertía la nieve en una pista de hielo.

Mi vecina, una mujer de ochenta años, venía cargada con bolsas del supermercado, ella no podía verme porque yo estaba en una ventana del cuarto piso; en aquel momento fue cuando resbaló, cayó de espaldas, dio un gritito y si no hubiese sido por lo que pasó después, todavía me parecería graciosa la escena.

No había nadie en el vecindario, los niños estaban en el colegio y los padres en sus trabajos, al mediodía, en el bloque, sólo quedaban los jubilados y algún estudiante extranjero como yo.

Primero pensé que se le había reventado algún bote de pintura, porque el rojo, como el negro de los cuervos, es un color que contrasta mucho con la nieve. Yo me hubiese quedado viendo la escena calentito desde casa, pero la mancha roja que tenía a la espalda se acrecentaba y parecía como si la mujer; además, diese espasmos con los pies. Yo no estaba preparado para aquello. De pronto, mis manos se pusieron a temblar. ¡Accidente en la nieve! Me aseguré de que verdaderamente no viniese nadie más a auxiliarla y me puse unos calcetines de lana y la parca que tengo en el recibidor.

En cuanto se abrió la puerta del ascensor, salí corriendo. La mujer no decía nada, pero respiraba. En alguna parte había oído que a los heridos no había que moverlos, pero yo la levanté y la cargué en el hombro, tenía miedo de que aquellos cuervos, que seguían dando vueltas en círculo, estuvieran hambrientos, porque el sino de aquellos bellos animales era buscar carnaza.

Mientras caminaba cargada con ella, la mujer empezó a gritar como si se le estuviese rompiendo la espalda, me miré la parca, que hacía poco había comprado en una tienda carísima del centro de Reykjavík, y estaba empapada de sangre. Llegué al vestíbulo del edificio con dificultad y la dejé en la alfombra; su rostro me asustó un poco porque había empalidecido, me supuse que habría perdido mucha sangre. Había sangre por todas partes. Le miré la cabeza y en la parte de la nuca tenía una brecha enorme. Saqué mi teléfono móvil, pero no funcionaba, se me había agotado la batería.

Salí de nuevo a la calle y empecé a gritar. ¡Accidente en la nieve! Al cabo de unos minutos apareció un tipo calvo a un balcón y me dijo que había llamado a una ambulancia. Le dije que bajase, que necesitaba ayuda. Mientras tanto, volví a entrar, la anciana apenas respiraba, en el camino había perdido un zapato y su aspecto era desastroso.

Cuando bajó el hombre calvo y fortachón, se tambaleó, se tuvo que agarrar a la puerta y vomitó. El vestíbulo de la finca parecía la cámara de los horrores, y yo, el Carnicero de Lyon.

Al poco tiempo llegó la ambulancia, el médico me empezó a hablar en islandés y yo le dije, atropelladamente, que era un negado para los idiomas y que necesitaba un tratamiento electroshock para aprender; finalmente me preguntó si la mujer se había caído por la escalera, pero le señalé el reguero de sangre y le dije que la había traído desde la calle, que había tenido miedo de que se congelase o que los cuervos le sacasen los ojos. Había sido un accidente en la nieve. El tipo meneó la cabeza como si yo fuese un caso imposible, me pidió que me apartase y que subiese a la ambulancia con él. En la ambulancia di un traspiés y desconecté los cables de la máquina de oxígeno. El trayecto hacia el hospital fue bastante dramático, aunque si no hubiese sido por la gravedad del asunto, cualquiera hubiese pensado que nos encontrábamos en el camerino de los hermanos Marx, en el interior también había una enfermera y el conductor, que era un ruso que estaba loco y no paraba de gritar; yo pensaba que en cualquier momento íbamos a chocar contra una furgoneta de frente, y la sirena seguía sonando.

El diagnóstico de la mujer era reservado, se temió durante unas horas por su vida; no obstante, yo doné sangre y se le hicieron unas transfusiones y al final se estabilizó. Al cabo de un mes, la mujer vino a visitarme, no llevaba ni tan siquiera un vendaje en la cabeza. Me agradeció lo que había hecho por ella y me entregó un sobre, me dijo que no lo abriese hasta que se hubiese marchado.

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Accidente en la nieve (Islandia)
Accidente en la nieve. Una historia de Jordi Pujolà.
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Depresión o Skammdegisþunglyndi

Depresión de los días cortos o Skammdegisþunglyndi (en islandés)

La depresión en Islandia

A mi regreso a Islandia, después de pasar unos relajantes quince días de vacaciones en España, solo llegar al aeropuerto, sentí una punzada de melancolía, por así decirlo; aunque creo que en realidad era depresión post vacacional, además Navideña, que se había ido gestando días atras en vista que la cortinilla se bajaba.

Los islandeses la llaman skammdegisþunglyndi (la depresión de los días cortos). No sé si fue la lluvia o el mal tiempo, pero solo subirme en el autocar, que lleva de Kevlavik a Reykjavík, y al ver por la ventanilla que, a las tres de la tarde, parecía que hubiesen echado dos cubos de agua sucia por el cielo, sentí un escalofrío.

Tras el gélido recibimiento, constaté que los días anteriores había hecho un clima apacible, de esos de paisajes nevados con el sol estático en el cielo y nada de viento. Ideal para salir en bicicleta o simplemente pasear, respirar aire puro y contemplar la naturaleza.

No obstante, el trauma post-vacacional se palpaba en el ambiente. Al día siguiente, lunes, salí con el coche a hacer unas compras al principal centro comercial. Era el primer día de rebajas, pero también el primero de trabajo y no creo que los comerciantes vendiesen mucho porque la gente se limitaba a hacer exactamente lo mismo que yo: entrar en el supermercado, coger los víveres necesarios para reponer la nevera, sobre todo mucha fruta y mucha verdura, y regresar en el menor plazo posible a sus coches y a su casas, al calor de las estufas y a escuchar el viento golpear contra las puertas como el mismísimo diablo.
Entonces una vez dentro del caparazón, me pregunté: «¿Dónde estarán los pájaros? ¿Y esos negros y lustrosos cuervos?, my gosh, con lo grandes que son». Me los imaginé en un agujero, inmóviles y acurrucados.

El otro día, mi cuñado Björgvin, que es biólogo y experimentado guía de glaciar, me dijo: «En invierno, la temperatura ideal es cinco grados bajo cero, todo lo que vaya por encima son malas noticias». Este comentario me hubiese parecido chocante antes de venir a vivir a Islandia, pero tiene razón. En cuanto suben las temperaturas, la nieve se hace pastosa y se crea tal capa de hielo en el suelo que provoca la mayoría de caídas de personas y accidentes de tráfico; ya nada digo de intentar salir en bicicleta, aunque siempre hay unos cuantos locos, como mi cuñado y yo, que siempre lo hacemos.

Sin embargo, a medida que pasan los días, me doy cuenta de que las depresiones no las crean los países ni las personas, se llevan dentro. Es como el hombre que siempre se cambiaba de bloque cada dos años porque tenía muy mala suerte con sus vecinos.

Lo que más me gusta de las depresiones es que se conviertan en melancolía; entonces me sirvo una taza de café bien cargado, miro por mi ventana los remolinos que se crean en el jardín con ínfulas de tornados y empiezo a escribir.

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La depresión de los días cortos en Islandia
Depresión en Islandia: Después de las vacaciones de navidad, se acaba lo bueno.

 

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Historia de Navidad

Historia de Navidad

Historia de Navidad en Islandia

Al cabo de un tiempo, ella fue a revisar los apuntes de él y al reconocer su letra y notas bien organizadas le pareció mentira que se habría muerto y habría dejado todo aquel trabajo inacabado encima de la mesa, hasta su bolígrafo favorito estaba listo para escribir. Era como si solo por eso tuviera la obligación de volver, aunque nunca lo hizo.

Observó su lamparita de flexo, la forma como él la inclinaba hacia la mesa y, por supuesto, su taza de café con el platito debajo. Qué importaba ya. Le hizo pensar en la relatividad de los problemas. Aquello que lo había acongojado tanto ya no tenía sentido. Ella siempre le decía que no se iba a caer el mundo.

Miró por la ventana y vio a la gente y a los coches que seguían transitando por la calle, cada uno con sus propios problemas, algunos felices y otros enfurecidos, pitando.

A un señor con una barba negra, que pisó de pleno el excremente de un perro, lo oyó soltar un improperio y unos chavales, que empezaron a reírse, tuvieron que salir corriendo. Se rió, pero no pudo evitar que una lágrima rodara por su mejilla. Faltaban apenas unos días para Navidad y se dio cuenta que su mejor regalo ya no estaba.

Historia de navidad
Historia de navidad en Islandia. Jordi Pujolà

Jordi Pujolà, autor de la novela Necesitamos Un Cambio.